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¿Qué miden el Alfa y la Beta de un fondo de inversión?

Gráficamente, volviendo a nuestro ejemplo anterior, esto daría lugar a un escenario que se parecería al de la representación gráfica de una put vendida. La ratio alfa hace referencia al valor añadido que aporta un gestor con respecto al índice de referencia. Cuando el fondo varía poco con respecto al índice será un producto más adecuado para perfiles conservadores. Sin embargo, si la beta es alta, estará más indicado para quienes tengan mayor tolerancia al riesgo (perderá o ganará https://es.forexgenerator.net/pueden-los-fondos-de-cobertura-hambrientos-de-velocidad-hacen-heno-de-la-volatilidad-crypto/ más con respecto a lo que haga el índice). Un alfa positivo de 1 significa que el fondo ha obtenido un 1% de beneficios por encima del rendimiento calculado para el mercado en su conjunto, lo que quiere decir que el gestor está añadiendo valor a la cartera gracias a sus destrezas. Un alfa de –1 por su parte, significa que el rendimiento del fondo fue un 1% menor al rendimiento del mercado, por lo que el gestor y su equipo están obteniendo rendimientos peores que el mercado.

  • Eso no es un problema más allá de la existencia de un número mínimo de observaciones que hagan el análisis estadísticamente significativo.
  • Si, por el contrario, el alfa es negativa, el gestor lo habrá hecho peor que el benchmark.
  • Pero esto es sobre el papel, porque cada inversor ajustará el nivel de beta según la estrategia qu quiera seguir ante los activos que le interesan.
  • La prima de riesgo, por su parte, puede entenderse en ese contexto simplemente como el exceso de rentabilidad esperado por encima de la rentabilidad ofrecida por la tasa libre de riesgo.

Sin embargo, es importante recordar que la beta no es la única medida de riesgo, y que otros factores como la diversificación y la gestión del fondo también deben tenerse en cuenta al tomar decisiones de inversión. Otra de las utilidades que ofrece la beta de un fondo es que arroja una idea al partícipe de si el producto aplica una gestión activa o no. Aunque no existen parámetros concretos que nos permitan conocer dónde está el límite entre ambos estilos de gestión, una beta muy baja suele estar presente en los fondos índice, es decir, en los que se limitan a replicar los movimientos de su benchmark. En general, sin embargo, este tipo de medidas se han utilizado más intensamente en la industria para evaluar estrategias de inversión más complejas –gestión alternativa, hedge funds- llamémoslas como queramos.

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Nuestro equipo de redactores está formado por especialistas en finanzas e inversiones para resolver dudas comunes sobre temas financieros. Además, hablaremos de nuestra cultura corporativa y enseñaremos las iniciativas que llevamos a cabo en https://es.forexdata.info/indicador-universal-golden-ma/ Openbank. Con él miden el valor añadido que aporta un asesor financiero con sus decisiones de planificación financiera. No obstante, la generación de alfa no es una utopía, aunque resulta clave aplicar los criterios de selección adecuados.

  • Porque justo en las estrategias complejas de gestión alternativa, donde menos supuestos o ninguno se cumplen, es donde se hace un uso más intensivo de este tipo de indicadores, tanto en los materiales de marketing como también en los análisis del “buy side”.
  • Carlos Fernández, profesor del IEB y gestor de Alinea Global, la sicav de MCH Investment Strategies, desvela que esta ratio también tiene sus limitaciones.
  • Entonces la cuestión es simplemente qué queremos medir cuando hablamos de convexidad, o contra qué clase de activo o índice de referencia trabajamos y cuál es su representatividad frente a nuestra cartera.
  • Cuando hacemos el análisis de regresión para obtener la beta alcista y la beta bajista, reordenamos la serie de rentabilidades en función de su magnitud, y no en función del tiempo.

Es decir, mide la diferencia entre el retorno actual de una inversión y su rentabilidad esperada, dado un nivel de riesgo determinado por la beta. Metáforas aparte, Fernando Luque, editor senior de Morningstar, explica que «la beta es una medida de riesgo relativo que compara la variabilidad de la rentabilidad de un fondo comparada con la variabilidad de la rentabilidad de su índice de referencia». Es decir, «lo que compara es la volatilidad del fondo con la volatilidad del índice de referencia», añade. Porque justo en las estrategias complejas de gestión alternativa, donde menos supuestos o ninguno se cumplen, es donde se hace un uso más intensivo de este tipo de indicadores, tanto en los materiales de marketing como también en los análisis del “buy side”. Ni que decir tiene que la evolución natural del asunto pasó por la búsqueda sistemática de combinaciones de factores (más o menos sólidos) que dentro de una muestra ofreciesen algún poder explicativo a la rentabilidad de una u otra clase de activos. La investigación sobre los precios de los activos dio lugar a la construcción de explicaciones, no siempre adecuadamente fundadas desde el punto de vista teórico, sobre la base de estudios empíricos realizados en distintos trabajos.

En el siguiente artículo le explicamos cómo interpretar la beta de un fondo

Mide la habilidad de un gestor para obtener rentabilidades por encima del índice de referencia ajustada al riesgo. Se diseñó precisamente para ofrecer un criterio de comparación para las https://es.forexdemo.info/forexstart-dealing-center-aspectos-destacados-resenas-y-resenas/ carteras con diferentes niveles de exposición al riesgo. Así, si el retorno de un activo es superior a la rentabilidad ajustada al riesgo, conseguiremos un Alfa de Jensen positivo.

Alpha y Beta de Fondos de inversión: Conclusiones

En los escenarios anteriormente descritos y por extensión en el cálculo de las betas alcista y bajista, no necesitamos que la muestra de resultados del índice esté repartida equitativamente entre resultados positivos y negativos. Podemos calcular las betas alcistas y bajistas de forma absolutamente normal en períodos muestrales con muchas más observaciones de rentabilidad positiva que negativa, o a la inversa. Eso no es un problema más allá de la existencia de un número mínimo de observaciones que hagan el análisis estadísticamente significativo. Sin embargo, asistimos de forma más evidente a una de las dificultades que no tienen solución fácil en los mercados financieros. Cuando hacemos el análisis de regresión para obtener la beta alcista y la beta bajista, reordenamos la serie de rentabilidades en función de su magnitud, y no en función del tiempo.

La gestión activa sigue por debajo de sus índices de manera generalizada

Así, un fondo indexado debería tener beta 1, mientras que otro de gestión activa debería presentar una beta claramente superior o inferior. ¿Hasta qué punto debería desviarse de 1 para ser considerado realmente un fondo de gestión activa? No hay una cifra específica, pero a modo orientativo se puede situar en el 10%. No, no es que las gestoras se hayan vuelto locas o que el mundo de la inversión se haya convertido en una especie de hermandad estudiantil americana. El significado de las letras griegas alfa y beta de un fondo es más sencillo (y útil) de lo que crees. «Como la beta es un dato relativo, también puede interpretarse en forma de porcentaje.

Así, una Beta igual a 1 significa que el fondo se moverá en línea con el mercado, como suele suceder con los fondos indexados. Una Beta mayor que 1 significa que el fondo es «bastante» sensible a los movimientos del mercado. Por el contrario, un fondo con una beta menor que 1 es «poco» sensible al mercado. Alfa y beta son las letras griegas que te encontrarás con más frecuencia en el panorama de los fondos de inversión, pero existen otras letras griegas que también han conseguido hacerse un hueco en el diccionario financiero. A la hora de elegir el índice idóneo, se suele escoger el que consta en el folleto del fondo, aunque hay firmas de análisis que prefieren utilizar el índice de referencia más representativo para el conjunto de la categoría.

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Beta es una medida estadística que puede resultar muy útil para fines de diversificación y medición avanzada de riesgo / volatilidad. Sin embargo, es posible que el inversor medio no considere necesario utilizar beta en el proceso de elección de fondos mutuos. Muchos resúmenes de fondos mutuos simplifican la sección de riesgo; los inversionistas potenciales a menudo verán el riesgo de un fondo mutuo listado en términos simples como «agresivo» o «conservador».

Ratio de Sharpe

De esta forma, a través de la beta un gestor podrá saber la exposición al mercado que está asumiendo. En definitiva, a pesar del atractivo del análisis de la bull beta y la bear beta para reconocer comportamientos históricos de una estrategia, no debemos sobrevalorar su eficacia para detectar el “santo grial” de los fondos. “En teoría, a mayor ratio el gestor está añadiendo más valor, medido como la rentabilidad por encima del mercado y acusa menos la volatilidad.

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